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jueves, 25 de octubre de 2012

'Forza Horizon' análisis


Forza se ha convertido en una franquicia de referencia apostando durante cuatro entregas por una fórmula muy clara: la conducción realista. Sin embargo, en esta ocasión la saga ha decidido echar una canita al aire con PlayGround Games para traernos ‘Forza Horizon’. Diferente, pero no peor.

‘Forza Horizon’, en busca de un nuevo rumbo

Mantenerse fiel con el paso del tiempo a una serie de principios no siempre es fácil. Forza lo ha hecho y ha logrado cautivar a muchos pero también se ha dejado fuera a otros tantos. Al público que busca una experiencia más accesible y atractiva.

Con esto en mente, PlayGround Games decide darle una vuelta a la franquicia y lejos de lanzar lo que se podría considerar un sucesor dentro de la rama principal nos llega un producto con una perspectiva diferente pero manteniendo también las señas de identidad.

De este modo nace ‘Forza Horizon’. Atrás queda la presentación algo aséptica para dar paso a una más atractiva y contextualizada que nos invita a jugar, a recorrer kilómetros y kilómetros en vez de navegar por menús que conectan puntos del espacio virtual.

Nos encontramos en Colorado, Estados Unidos. En esta región se celebra el festival ficticio de Horizon. Un evento donde la música, grupos reales modernos, y los coches se dan cita. En él, 250 pilotos, entre ellos nosotros, luchamos por coronarnos como el campeón.

Alrededor de él, muchos kilómetros de carreteras que podremos recorrer con completa libertad. No esperemos nada tipo ‘Just Cause’ o ‘GTA’ pero quizá ‘Test Drive’ es un buen ejemplo. Lejos de ser una tarea aburrida, el diseño de los escenarios hace que conducir de un sitio a otro sea una gozada.

Para explicar nuestra escala a lo más alto tenemos una pequeña historia donde aparecerán personajes de todo tipo. Tranquilos, ninguno os robará vuestro corazoncito con su escasa carisma. Sirven para hilar bien la historia pero carecen de mucha personalidad. Por fortuna tampoco tienen un papel muy importante.

Toda esta propuesta está muy bien reforzada con un diseño muy correcto. Tanto a nivel de interfaz como a la hora de colocar las diferentes pruebas. En este aspecto es sobresaliente y hay que reconocer que en la puesta de escena y en la idea PlayGround Games ha hecho un gran trabajo.

Ahora vayamos más allá de las apariencias. ¿Toda esta parafernalia destruye el espíritu de Forza? No, lo transforma pero no debemos dejarnos engañar por este guiño al gran público. Sigue siendo un Forza y cuando empecemos a jugar veremos que es así.

Si jugamos con los controles por defectos nos encontraremos con coches accesibles, fáciles de manejar y algo ideal para principiantes. Sin embargo, si quitamos todas estas ayudas veremos que podemos disfrutar de una conducción más realista.

La libertad de poder conducir, un gran punto a favor

La inteligencia artificial está bien medida y sabe ofrecer buenos retos, al margen de nuestra habilidad al volante ya que sabe adaptarse muy bien. Ya desde un primer momento nos tocará pelear por ganar alguna que otra carrera y retos desde luego no nos faltarán.

A la hora de moverse por las pruebas tendremos que hacerlo en coche, recorriendo Colorado de un sitio a otro. La variedad es suficiente así como los circuitos que harán que tengamos diversión durante horas. Algunas pruebas como la contrareloj contra un avión son curiosas.

El abanico de coches disponible es bastante amplio e incluye todos los modelos deportivos clásicos que ya todos conocemos. Aunque también hay otros un poco más rústicos y es que el género muscle car tiene un papel importante, por aquello de que el juego transcurre en un escenario ficticio de Estados Unidos.

La personalización en cambio ha dado un paso atrás y aunque podemos mejorar nuestro coche no tendremos tantas herramientas para poner vinilos como en ‘Forza 4’. No es que sea algo vital pero se echa de menos que se hayan quedado reducidas sus posibilidades.
El multijugador, divertido, pero no alcanza su verdadero potencial

El multjiugador se divide en una dicotomía que nos acaba dando una de cal y una de arena. Por un lado, las pruebas tal cual nos han causado una sensación muy buena. Rápidas, sencillas, sin muchos menús ni esperas… La calidad de los rivales siempre variará pero nos ha gustado mucho, es competitivo.

Por otra parte tenemos un modo de conducción libre en el modo Club. Una especie de quiero y no puedo de juego masivo online pero que termina siendo un tanto descafeinado. Podemos jugar con más gente y deambular por ese Colorado paralelo donde nos cruzaremos con jugadores de todo el mundo.

Sin embargo a la hora de acceder a las diferentes pruebas la experiencia no termina de ser buena y aunque la idea sobre el papel es bastante buena cuando nos ponemos con ella no es tan buena como parece. Quizá con amigos más cercanos funcione mejor pero de momento este modo flojea un poco.

Técnicamente, en la parte gráfica, ‘Forza Horizon’ exprime bastante bien el hardware de la Xbox. No se nota ningún salto importante respecto a otros juegos que apuntan alto en este apartado pero la ambientación general que crea es excelente.

No son sólo los gráficos o la calidad en los detalles de las texturas sino las luces, la sensación que transmite cuando conducimos de día o de noche. Todo un acierto, y además el modo fotografía o simplemente divagar por cualquier tramo es una gozada.

La banda sonora por su parte combina muchos temas de grupos actuales. Manteniendo esa estética de lo cool y lo hip que intenta demostrar la historia. El doblaje en español es bastante acertado, un buen reparto de voces.

‘Foza Horizon’, conclusiones


PlayGround Games ha intentado hacer algo diferente y la apuesta les ha salido realmente bien. Por un lado han sabido trasladar bien el espíritu de ‘Forza’ a una entrega que rompe un poco con los esquemas. Que pierde el tono riguroso pero no su atractivo.

Conscientes de su diferencia, si nos gusta los juegos de conducción ‘Forza Horizon’ no nos decepcionará salvo que esperemos algo parecido a las cuatro entregas anteriores. Si esto no nos preocupa tanto, la diversión está asegurada durante un montón de horas, tanto si jugamos online como si lo hacemos solo.



'LEGO: El señor de los anillos' analisis


El universo Lego ha encontrado en otros universos de fantasía un aliado ideal para crear videojuegos temáticos aplicando su singular estilo. Tras recorrer Gotham, vivir aventuras con Harry Potter e Indiana Jones ahora nos toca la trilogía de Tolkien: ‘LEGO: El Señor de los anillos’.

El sello Lego visita un nuevo universo

Con varios juegos a su espalda, quizá nos podemos ahorrar la presentación pero hagamos una pequeña introducción. Este tipo de alianzas, entre un mundo de fantasía y el famoso juego de construcción danés, ya ha explorado y reinventado mundos de todo tipo.

En esta ocasión le toca a la trilogía de novelas de Tolkien, para ser más concreto a la adaptación cinematográfica que se hizo de estos tres libros. De hecho, como destacó el equipo de TT Games durante la presentación, veremos muchos momentos del largometraje en el videojuego.

La combinación que propone este ‘LEGO: El Señor de los anillos’ es cuento menos curiosa. Por un lado quiere mantener el tono épico de este relato y ser fiel a los sucesos. Sin embargo, también introducirá pequeños gags para darle un pequeño toque de humor, en el rato que hemos podido jugar al juego hemos visto unos pocos y lo cierto es que saben cómo introducirlos.

Como ya sucedía en otras entregas, el juego no abarcará sólo un capítulo sino la trilogía entera. Desde el comienzo del viaje de Frodo a la llegada a Mordor. Aunque el foco principal está en las películas también habrá guiños e información del resto de libros, y por supuesto el Hobbit, que además llegará a las salas de cine dentro de poco.

El desarrollo apuesta por un mundo abierto donde por un lado podremos elegir entre seguir la historia y todos los hechos de las tres películas, o bien explorarlo para encontrar misiones secundarias, mazmorras o simplemente secretos escondidos en un mundo recreado con bastante acierto.

Según vayamos avanzando, iremos desbloqueando personajes, hasta 80 en total. De todos los libros, no sólo de la trilogía que entronca el juego. Cada uno de ellos tendrá una habilidad diferente por lo que si nos gusta completar los juegos tendremos mucho que investigar para sacar todos los objetos.

Ser fiel a la historia de Tolkien pero con pinceladas de humor Lego

Cuando superemos una mazmorra o una pequeña prueba, podremos obtener bloques de mitrilo; los cuales podremos usar posteriormente para forjar nuevos objetos y armas para nuestros personajes. Otro buen detalle para animarnos a explorar el mundo y no quedarnos sólo en la historia principal.

El multijugador local volverá y hará que la experiencia, jugando con una persona más, sea divertida y no tengasmos que depender de la inteligencia artificial de los personajes controlados por la consola. No habrá online, eso sí.

Visualmente TT Games ha forjado un juego que por un lado ofrece un buen nivel de detalle y de diseño pero sin perder la identidad y carisma que da el convertir un mundo a los esquemas de Lego. En este aspecto nos ha gustado bastante aunque cabe señalar que la versión que hemos jugado no era la definitiva por lo que había algunas cosas por pulir todavía.

La música es completamente fiel a la banda sonora de las películas. Sabe transmitir muy bien el espíritu del largometraje, que usa como apoyo para extender el mundo desde la pantalla del cine al mundo virtual para las videoconsolas.

‘LEGO: El Señor de los anillos’, conclusiones

TT Games le tiene cogida la medida a este tipo de juegos y esta última entrega de un universo adaptado al estilo Lego así lo demuestra. La impresión que nos ha causado es positiva ya que por un lado pretende ser un juego ideal para los fans de Tolkien pero por otro intenta introducir a quienes todavía no habían leído o visto nada.

Veremos si el hecho de intentar ser tan fiel al desarrollo de las películas no le pasa factura porque aunque el relato es ligeramente diferente no deja de ser una historia que ya hemos visto, con otra narración insisto. Esperemos que los elementos secundarios ayuden a darle vidilla a un título divertido y desenfadado.


Fuente vidaextra.com

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